Pez Betta, Pez combatiente
¿Qué tiene el pez Betta que hace que muchos se hayan enamorado de este curioso pescado? ¿Será su belleza? Te contamos todo lo que necesitas saber sobre ellos.
Tipos de peces Betta
El pez betta corona:
El pez betta cooper
El pez betta dragón
¿Qué es un pez Betta?
El pez Betta llamado también por su nombre científico betta splendens, también conocido como Pez Combatiente o Luchador de Siam, es un pez de agua dulce muy querido por los amantes de la acuariofilia, debido a sus preciosos colores y sus impresionantes aletas que hacen de su nado un auténtico espectáculo.
Este pescado puede llegar a medir aproximadamente 6 cm.
Se encuentran por Tailandia, Camboya, Vietnam, y Malasia; en aguas cálidas poco profundas. También se les puede encontrar en la cuenca del río Mekong cerca de los arrozales.
Su primera importación fue en 1892, Francia.
¿Por qué se le llama pez combatiente al pez betta?
La razón de que a estos peces se les conozca por ese nombre es que se tratan de peces muy territoriales, con lo cual, defienden su territorio de otros peces betta, pudiendo llegar a matarlos. Estas peleas se dan más en los machos que en las hembras. Debido a esto, los bettas macho deben vivir obligatoriamente separados de otros machos.
Además, tampoco es recomendable juntarlos con otros peces en una misma pecera ya que también podrían dañarlos.
¿Cuánto puede vivir un pez betta?
El pez betta suele vivir unos 2 años, sin embargo, se han visto casos de peces que han vivido hasta 5 años en cautividad.
Diferencias en cuanto al género
El macho tiene unas aletas hermosas y muy largas (salvo las pectorales) y las hembras pueden alcanzar proporciones impresionantes.
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| Pez betta hembra |
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| Pez betta macho |
Como tiene que ser la pecera (si la requiere)
Como mínimo se recomienda 4 litros para poder conservar a un pez betta, pero lo mejor para ellos es un tanque de unos 15 litros por betta, ya que, aunque no nadan mucho, les encantan los grandes espacios abiertos. También es muy aconsejable decorar bien la pecera con plantas o tronquitos, entre los cuales nuestros peces puedan esconderse.
Los recipientes se recomienda que no sean muy altos, de unos 50 cm o menos y con un nivel bajo de agua. Además es mejor evitar un fondo con una superficie reflejante, ya que el betta podría pensar que es otro macho, y se estresará. Se puede cubrir el suelo con piedras.
También hay que tener en cuenta que los bettas pueden saltar, con lo cual hay que poner obligatoriamente una tapa o algo para tapar el acuario. Así no nos encontraremos sorpresas desagradables como puede ser al pobre pez tirado en el suelo sin vida.
Cómo limpiar la pecera
Cambia el agua de la pecera al menos una vez a la semana, y evita utilizar agua del grifo porque el betta es muy sensible al rastrear productos químicos en el agua. Es recomendable usar un acondicionador de agua para que el pez esté cómodo en nuestra pecera. También es posible preparar el agua un día antes del cambio de la misma.
¿Cuál es la alimentación del Pez Betta?
Se puede alimentar a los bettas con comida específicamente hecha para ellos (comercial), pero además de eso, se le puede ofrecer alimentos tales como:
- Presas vivas (tubifex, larvas de mosquito...) así como Dafnias o pulgas de agua.
- También se le puede dar Artemia, que es un pequeño crustáceo muy nutritivo para los bettas que hará que los alevines (las crías) crezcan muy rápido.
Lo ideal es no echar demasiada comida, ya que lo que este pez no pueda comer, se quedará en el fondo de la pecera generando suciedad y pudiendo ocasionar enfermedades.
¿Qué enfermedades puede tener nuestro pez betta?
Hay una serie de comportamientos que hay que tener en cuenta, los cuales pueden indicarnos que nuestro pez betta está enfermo:
Se queda quieto en algún lugar de la pecera
Escupen el alimento para ingerir nuevamente, o directamente no se la comen.
Pierde el color vivo que normalmente tiene o se frota contra la pecera sin motivo alguno.
Le aparecen marcas o heridas en su cuerpo
Ojos hinchados y cola y aletas caídas.
Inflamación de las agallas o del estómago.
Si tiene alguno de los anteriores problemas, es muy posible que se encuentre enfermo. Con lo cual lo mejor es hablar con un veterinario.
Es posible que tenga una de las siguientes enfermedades:
Hoyo en la cabeza
Gusano de ancla
Puntos blancos
Enfermedad de terciopelo
Hongos y/o furúnculos
Hongos en la boca
Hidropesía
Ojo nublado o hinchado
Hemorragia
Bacteria columnaris
Podredumbre en las aletas
Como ya hemos mencionado, lo mejor es llevar al pez a un veterinario para conseguir un tratamiento adecuado para salvar al pez.
¿Qué hay que hacer para criar a los peces betta?
La puesta en pareja será de 8 litros mínimo, con plantas flotantes y una superficie en calma(sin aireación).
El aire por encima de la superficie debe ser húmedo (una cubierta es necesaria).
El agua estará a una temperatura aproximada, entre 26-30ºC con un pH próximo a 7,0.
Los huevo son de unos de 0,8 mm de diámetro y no flotan. La incubación es de alrededor de 30 horas.
La alimentación de los alevines se basa principalmente en nauplios de artemias y después tubifex picado.
Antes del desove, y durante la construcción del nido, los machos son agresivos y pueden incluso llegar a matar a las hembras. Por el contrario, los machos que no son suficientemente agresivos son atacados por las hembras y el desove no tiene lugar, por lo tanto se excluye a tales machos de la cría.
Cuando termina el desove, se separa a la hembra y, cuando los alevines nadan, se hace lo mismo con el macho.
Se retira con precaución la mayoría de las plantas y se disminuye la profundidad del agua a unos 5 cm. Algunos son sexualmente maduros a la edad de 5 semanas pero se obtienen mejores resultados con peces de 5 a 6 meses.
¿Puedo jugar con mi pez betta?
Pues resulta que sí, los peces betta pueden llegar a reconocer a sus dueños, así que saludalo de vez en cuando para que así este pequeñín empiece a conocerte mejor.
Estos especímenes son realmente curiosos y pueden llegar a desarrollar un gran vínculo con quien los cuida.
Puedes mover el dedo delante de ellos y estos lo seguirán, viéndolo como un juego. Eso sí, que nunca se te ocurra tocar el tanque de agua, ni toques el agua, ni al pez, ya que podría ponerse nervioso.
Si el pez no está acostumbrado a tí, vas a jugar con él, y ves que se aleja o que parece nervioso, para de jugar con él inmediatamente. Puedes ir poco a poco tratando con él, saludandole como ya dijimos antes.
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